No todo en la vida tiene que ser 50/50
En la vida, y especialmente en las relaciones, no todo tiene que ser siempre un reparto exacto. A veces, dar y recibir se ajusta a las necesidades del momento, y eso también está bien. Aquí te dejamos algunas situaciones que ilustran cómo el equilibrio perfecto no siempre es matemático.
1. A veces podemos salir a comer y si uno está pobre, el otro invita
¡Y no pasa nada! En las relaciones (ya sea de amistad, pareja o familia), hay días en que uno está al 100% y el otro al 0%. Esos momentos de apoyo mutuo son los que construyen las mejores historias y los recuerdos más significativos. Si hoy invitas, mañana te invitan. ¡Así es la vida!
2. El ánimo del hogar puede depender de uno solo
Hay días en que uno está al 90% y el otro al 10%, y está bien. Quizá hoy uno de ustedes es quien lleva la chispa de alegría, y mañana, cuando necesite un respiro, el otro se encargará de llenar el espacio de energía. Las relaciones son así: un ir y venir de esfuerzos que no siempre se reparten de forma pareja.
3. A veces uno está flojito del estómago por exceso de tacos, y el otro cuida
Cuando el exceso de tacos hace su magia, es el turno del otro para cuidar. Puede ser 20/80 o 80/20, lo importante es que hay alguien dispuesto a darte aguita de panela o un caldito para recuperar energías. ¿Qué sería de nosotros sin esa persona que está ahí en los momentos menos glamorosos?
4. A veces uno puede comprar Bohíos y el otro estrenársela
En una relación también hay espacio para compartir, incluso cuando se trata de estilo. Uno compra, el otro estrena, y ambos se complementan. Lo importante es que ambos se sientan cómodos, ya sea con la ropa o con el gesto de compartir.
Lo importante es recordar que las relaciones no se tratan de llevar una calculadora para medir qué tanto das y qué tanto recibes. Se trata de compañía, apoyo y ese equilibrio imperfecto que nos hace humanos. Porque al final, no todo tiene que ser 50/50 para que funcione.